Buenos días Portodive
I´m back to business y aun que nunca he visto esto realmente como un trabajo si es algo que me gusta hacer con regularidad y que quiero mantener según el calendario. Para ser honestos nada de esto ha sucedido y es que he andado de un lado del mundo y apenas ando organizando mi vida del otro lado del mundo, pero ya les contare de esto más adelante; por ahora les hablaré un poco de mis vacaciones de invierno y del increíble lugar al que fui… Colombia!!!
Para serles honesta no estaba muy emocionada que digamos al inicio de todo esto ya que aún tenía cosas que arreglar de la escuela y así pero mientras más se acercaba la fecha del viaje más sentía mariposas en el estomago de los nervios.
La verdad no tuve la oportunidad de visitar muchos lugares, pero el primero de los que si fue Bogotá y la verdad es que me enamoré, desde la gente hasta los paisajes es realmente un lugar que deben visitar. La segunda ciudad más grande de Latinoamérica es sin duda el lugar donde comer, beber y bailar. Desde Andrés carne de res hasta el cerro de Monserrat este lugar promete muchas cosas que hacer para todos los presupuestos y para todos los gustos.
Después de casi 15 horas de carretera llegamos a Cali y que bueno fue llegar, hacía muchísimos años que no pasaba tanto tiempo sentada en carretera, hicimos casi un día entero en llegar y es que aparte de todo el trafico que había, resulta que casi todas las carreteras por allá son curvas ya que la mayoría pasan por montañas y es la única forma de rodearlas y llegar así que eso agrega varias horas a lo que podría ser si hubiera un camino recto. Cali, Cali, que bonito eres Cali… Aquí solo pasamos dos días, pero fue más que suficiente para saber que teníamos que regresar, les juro el ambiente y la fiesta se sienten en el aire y es más que increíble. Si no me creen tienen incluso una canción que literalmente se llama “Cali pachanguero” y la mayoría de las personas colombianas la conocen. Así se conoce la cuidad y no podíamos irnos sin pachanguear así que fuimos a Delirio un espectáculo donde casi todo es salsa. Allá le llaman el circo du solei de la salsa y no están muy errados ya que es todo un espectáculo digno de admirar y donde las personas pueden bailar y gozar hasta altas horas de la noche.
Terminamos el viaje en el eje cafetero y desde el día uno yo ya estaba hecha sopa del calor. No soy muy fan del tipo de clima tan cálido, pero después de unos días termine acostumbrándome. Aquí como su nombre lo dice es prácticamente café, literalmente hasta tienen un parque de diversiones del café donde hay desde un caminito donde te explican el proceso del café y espectáculos sobre la historia hasta montañas rusas y cabalgatas. Realmente todo en un solo lugar.
Este viaje me permitió conocer mucho más de la cultura tan bonita que hay en Latinoamérica y me dejo con muchas ganas de visitar de nuevo este bello país. Si tienen la oportunidad no duden en ir. Les juro que no se van a arrepentir y si ya han ido no olviden dejar en los comentarios que fue lo que más les gusto y si regresarían alguna vez.
Buenas vibras hoy y siempre.
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